3.- ECOLOGISMO, MOSQUITOS Y MAR DE FONDO

La tarde se tornó muy tranquila, el cielo presentaba una cubierta neblinosa a través de la cual el sol se dejaba ver y sentir. El ambiente sofocante, como siempre a estas horas del día. Un baño no fue suficiente para refrescar y la presencia de algunas medusas nos obligó a mantenernos alerta. Cuando declinó el día, y momentos antes de la puesta del sol, largamos por la popa un aparejo con diez anzuelos separados una braza entre ellos y cebados con pequeños trozos de pulpo. La corriente mantenía estirado el aparejo hacia popa y en él depositamos las esperanzas de poder comer al día siguiente un "snapper", especie perteneciente a los pargos y de excelente calidad. Pero no tuvimos suerte, tras varias horas el aparejo lo halamos tal y como lo habíamos calado. Quizás el área donde estábamos fondeados era muy extensa y muy alejada de los arrecifes de coral. Para colmo fuimos visitados por los indeseables mosquitos los cuales parece mentira que se alejen tanto de la costa en sus incursiones vespertinas. La mar de fondo continuó toda la noche meciéndonos acompasadamente y más que un incordio se transformó en un arrullo. A primera hora del día, desde la foresta que quedaba a nuestro estribor, un ave sin identificar y camuflada entre la variopinta paleta de tonalidades verdes, nos dio los buenos días con su cántico exótico y evocador.

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